animación lectora
Contaclown
cuentacuentos
El corazón y la botella
Elefante lector
La pequeña oruga glotona
narración oral
rosa caramelo
Rosabel Canós
De la narración oral
Hace poco tuve la suerte de asistir a un curso de
narración oral que ofrecía Rosabel Canós de Contaclown. Nos explicó qué es
un cuento, qué cuentos contar, cómo contar cuentos, las cualidades del
narrador, las diferentes formas de contar, cómo memorizar los textos, saber
seleccionar un cuento para cada edad, la educación en los cuentos y también
algunas técnicas para inventar los tuyos propios. Fueron unas mañanas de sábado
divertidas y didácticas, en las que aprendimos mucho sobre narración oral y
soltamos miedos y vergüenzas.
¿Se puede aprender a contar cuentos? Quizá nunca
tengamos el ingenio de Félix Albo o la soltura y espontaneidad de Contaclown,
pero desde luego, cada uno puede descifrar su manera de contar, realizar una
personal selección de cuentos y enfrentarse al público que quiera. Lo más
importante es contar, ¿por qué contar?, porque ejercita la creatividad y la
imaginación, porque contar nos ayuda a socializar con los niños, porque
favorece el desarrollo integral, porque permiten generar sensibilidad acerca de
múltiples circunstancias de la realidad, porque fomenta la capacidad crítica
ante el mundo, porque genera respuestas, esperanzas, ilusiones y sueños. También
porque nos hace más sensibles ante la belleza y la expresión artística. Los
libros ayudan a conocernos a nosotros mismos y nos hacen libres. Y algo muy
importante, porque todos los niños tienen derecho a que les cuenten cuentos.
Además de por qué contar, me gustaron mucho los
consejos sobre cómo contar: seleccionar un libro que te guste mucho, controlar
y jugar con el tono de voz y los silencios, creerte la historia, entregarte al
juego de contar, y la necesaria humildad del que cuenta.
¿Qué
cuentos contó el elefante?
Seleccioné tres, el primero tenía que ser para niños de
tres años, así que conté “La pequeña oruga glotona”, los textos de Eric Carle
fomentan el conocimiento y acercamiento al mundo animal. Con la oruga, los
niños aprenden el maravilloso proceso de mutación que sufren estos animalitos,
además se familiarizan con los alimentos y con los días de la semana. Después,
podemos realizar un taller de ilustración, dejando que ellos repasen el texto con
dibujos del proceso de cambio de la oruga.
El segundo: “Rosa Caramelo”, de Adela Turín y Nella
Bosnia, es un libro con el que he crecido y al que tengo mucho cariño, así que
quería aprender a contar la historia de Margarita, la elefanta que nunca fue
rosa. Es un gran texto para hablar sobre igualdad entre hombres y mujeres, y
también sobre libertad.
Y el tercero, “El corazón y la botella” de Oliver
Jeffers. Este álbum ilustrado resultaba el más complicado de contar, precisamente
por ser un álbum, donde el texto y las ilustraciones son inseparables para entender
la historia, y ahí es cuando me pregunté ¿cómo narrar metáforas visuales? Si
conocéis el texto, (aquí una crítica estupenda) la botella es una gran metáfora
del sentimiento de pena por la pérdida de un ser querido, todo el libro es una
metáfora. El camino más fácil pasa por contar mostrando las ilustraciones del álbum
y dialogando mucho con los receptores, pero también es un buen libro para contar
haciendo un espectáculo teatral, como actividad con los niños de animación a la lectura o de
forma profesional.
Resumen
Pasos
a seguir antes de la narración: primero
selecciono un cuento que me gusta mucho, después lo leo muchas veces, lo
resumo, me lo aprendo, lo cuento frente al espejo y más tarde ante una persona
o animal, alguien que tenga ganas de alucinar con las palabras. He decidido
contar los cuentos siempre con el libro en la mano. El proceso es el mismo, no
quiere decir que leas el texto, lo memorizas, te lo preparas igual, pero mostrando
las ilustraciones, ¿por qué? porque los libros que más me gustan son álbums
ilustrados, en los álbums las ilustraciones no se pueden separar del texto,
porque tienen el mismo valor y narran historias paralelas, además, los ilustradores
también son autores, y me gusta mostrar su trabajo. Así que, decidido, ahora ya
puedo con más seguridad, coger al elefante e ir a contar cuentos.
Vitar la web de Contaclown, también está en facebook
y twitter. Gracias a todos los contadores de historias que hacen el mundo más
bonito, y en especial, a Rosabel.
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