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Entrevista David Fernández Sifres



David Fernández Sifres, un escritor que empieza, pero que cuenta ya con dos premios Edelvives: “El faro de la mujer ausente” premio Alandar de literatura juvenil recibido en 2011 y “Un intruso en mi cuaderno” el actual premio Ala Delta 2012.

¿El escritor nace o se hace?
Siempre he dicho que escribir cuesta trabajo, que las historias hay que masticarlas mucho y que, por lo general, las palabras se rebelan, así que, en ese sentido, creo que el escritor se hace. Y se hace leyendo y escribiendo.

Escribir para adultos o escribir para niños, ¿qué diferencias encuentra?
Con los niños se puede tratar prácticamente cualquier tema, pero habrá que cuidar el enfoque, el tono, las palabras. Desde mi punto de vista, por tanto, se puede, pero habrá que “cocinar” el tema para ellos, por razón de su edad, de sus conocimientos, etc. Con los adultos –he escrito mucho relato corto- no hay que tener esa cautela: el enfoque, el tono o el lenguaje los elegirá también el escritor, es obvio, pero sin que uno de los condicionantes sea la edad de los lectores.

¿Es más divertido inventar historias para jóvenes?
Es diferente, pero quizá sí. Cuando eres niño todo vale: un trozo de madera es un coche y un tronco sobre la pradera es un barco pirata. Cuando me siento a escribir me gusta tener esa sensación, la de que todo vale. Y eso es divertido.



Su obra “Un intruso en mi cuaderno” ha sido galardonada con el premio Ala Delta de Edelvives ¿Qué supone ser premiado?
Al margen de la alegría natural (brincos incontrolados, sonrisa perenne y demás), para un escritor novato como yo es una respuesta a una pregunta lanzada meses atrás, al presentar la novela al premio: ¿voy bien por ahí? ¿Sigo? Con el premio te responden: vas bien; sigue.

¿De dónde buscó, surgió, encontró la idea que hizo nacer “Un intruso en mi cuaderno”?
Por primera vez me puse a escribir sin saber cuál era la historia. O más bien, creía que no lo sabía, y fue surgiendo del subconsciente. Lo supe después: plasmé una preocupación de aquel verano y la necesidad que tenía de esperanza. Pero, al principio, solo tenía claro que un niño, al volver del recreo, encontraba una mariposa dibujada en su cuaderno.

Mariano es un niño extraordinario, es imposible no empatizar con él, ¿Cómo construye la personalidad de los protagonistas?
Habitualmente hago fichas con los personajes, pero en esta ocasión surgió de forma natural, acudiendo a recuerdos propios, probablemente comunes a los de cualquier chico; quién no quiso ser astronauta, detective o futbolista, o quién no temió que se rieran de él en clase, o quién no trató de fingir delante de las chicas. Con Mariano se empatiza porque es como cualquiera de nosotros; no es un personaje diseñado.

¿Qué cree que aportan las ilustraciones de Rafael Vivas al texto de “Un intruso en mi cuaderno”?
La historia que se relata, aunque parece sencilla y fluida, es en realidad una historia compleja: pasa de lo detectivesco al drama pasando por el humor. Sin embargo, como digo, la sensación final es de sencillez. Creo que las ilustraciones de Rafa han logrado mimetizarse con ello: son ilustraciones muy trabajadas que consiguen sin embargo el toque de sencillez que acompaña a la historia. Por otro lado, una vez que ves a los personajes sabes que son buena gente y que rebosan ilusión.

La historia de Mariano y su misteriosa dibujante de mariposas se basa en el respeto y en el amor que nace más allá de las primeras apariencias ¿Cree que los libros infantiles y juveniles deben tener cierto contenido didáctico?
Es cierto que los personajes tienen valores, y esos se transmiten al lector, con toda la carga didáctica que ello pueda tener, pero no me atrevo a decir que sea imprescindible. Yo no siempre escribo pensando en ello, pero sí en ocasiones. Con mi anterior novela, El faro de la mujer ausente, juvenil, sí tenía claro que quería transmitir que la guerra existe, que es algo real. Aunque es algo que parece obvio, tengo la sensación de que los jóvenes la han trivializado. Para los que tienen la suerte de no tenerla cerca, la guerra –o la posibilidad de ella- ha dejado de ser real: son solo películas o juegos de ordenador. A mis abuelas se les empañaba la vista si en el telediario aparecían asesinatos, hambrunas u otras tragedias. Nosotros ya no tenemos esa sensibilidad: la de la gente que lo pasó realmente mal.


 
¿En quién piensa cuando escribe, en los lectores quizá?
Es inevitable. Supongo que en alguna entrevista, hace años, pude decir que no lo hacía, pero ahora que visito colegios e institutos y que charlo con los chavales me es difícil no pensar que lo que estoy escribiendo en un momento dado es posible que lleguen a leerlo. Y quiero que les guste, que les atrape la historia y que cuando pasen la última página les quede la sensación de que les ha merecido la pena leer ese libro.

Si tuviera que escribir un decálogo para el escritor LIJ, ¿cuál sería su primer punto?
No para un escritor LIJ, sino para un escritor: ten algo que contar.

¿Qué leía de pequeño?
Me recuerdo sentado en el parqué o en una alfombra roja, junto a una ventana por la que entra el sol, devorando libros de Los Cinco, de Enid Blyton: aventura, amigos, misterio, independencia, acampadas, colchones de brezo y pasteles de carne. Tengo claro que, en gran parte, somos lo que leímos de niños.



¿Nuevos proyectos?
Probablemente el mes próximo comencemos a editar una nueva novela infantil que publicará también Edelvives. Y ando liado con una historia juvenil que voy dejando aparcada cada poco porque se cruzan otros proyectos. Está ambientada en la bohemia parisina de fines del XIX. Es una historia que escribiría igualmente aunque me dijesen que nunca sería publicada (lo que, de hecho, puede ocurrir). Me apetece mucho.

¿Nos recomienda un escritor, un libro y un ilustrador que le gusten especialmente?
Jordi Sierra y Fabra, “Marina”, de Carlos Ruiz Zafón, y Ada García, a la que le tengo un cariño especial porque ilustró mi primera novela infantil: ¡Que viene el diluvio!





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2 comentarios:

  1. Enhorabuena a David por sus novelas y premios, ¡que nos siga regalando más nuevas y buenas historias! Y enhorabuena a vosotros por este blog de difusión, un saludo!

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